NATALIO BOTANA: UN HOMBRE, UN DIARIO
A su paso por Don Torcuato, la ruta 202 tiene su encuentro con un lugar emblemático, el llamado cruce Crítica, incorporado a la topografía urbana, es un cruce más, pocos saben que justamente este lugar nos recuerda a una de las familias más significativas de nuestro pasado histórico: los Botana, dueños del polémico diario Crítica, fundado por Natalio Botana en 1913, quien tenía en esa zona su propiedad Villa de Los Granados.
Hablar de Natalio Felix Botana Millares, significa adentrarse en un mundo muy especial, el mundo en el que él vivió y que al mismo tiempo le dio múltiples posibilidades de desarrollo personal y laboral. Su figura nos atrae desde muchos aspectos, fue un hombre polémico de su época, con gran empuje, ideas, creatividad, con un alto grado de audacia en todo lo que emprendía, un hombre comprometido con lo que hacía, con seguidores y no tantos, pero siempre reconocido, a la hora de recordarlo por más polémico que haya sido. Su nombre resurge como el personaje que marco una época.
Un hombre que no lo detuvo nadie cuando de hacer algo se trataba, que marcó a través de su diario, Crítica, un modo de hacer periodismo , que marcó un rumbo en el periodismo argentino, que supo rodearse de personajes de las letras , las artes, la política, un hombre que ostentó el poder a través de su diario, que hizo uso de ese poder, que contribuyó a la caída y sostén de gobiernos en esta argentina que él adoptó cuando se hace ciudadano, allá por 1916 , supo buscar las oportunidades y también hacer uso de ellas cuando se le presentaban.
Llevó a Crítica, su diario, al primer lugar entre los periódicos de la época. Los estudios presentan a Crítica como un verdadero mito del periodismo del siglo XX en la argentina, el fenómeno Crítica es el resultado exitoso de una de las estrategias centrales del diario, el diseño de su imagen pública , a través de esa construcción es que le permite narrar la historia institucional del diario, se produce un permanente contacto con el pueblo, que es interpretado a través de las noticias, creando verdaderos pactos de lectura, es así como va creando su propio mito como “voz del pueblo”.
Nace en la R. O. del Uruguay un 8 de septiembre de 1888. En su juventud intentó el camino de seminarista jesuita, pero al cabo de un tiempo, tuvo que renunciar: sus ideas políticas no coincidían con las de aquel ambiente.
A partir de 1904 fue protagonista en diferentes episodios de las luchas civiles, primero en su país, luego en Brasil y en Paraguay.
En 1911 llega a Bs. As., sus comienzos son duros, realiza todo tipo de trabajos. Es en esa época que se encuentra con Adolfo Berro, descendiente del ex presidente uruguayo Bernardo Berro quien lo relaciona con gente de Bs. As. y le consigue trabajo en “El Diario” pasando luego a “La Razón”. Permaneció trabajando en el diario durante 3 meses y en 1912 pasa a formar parte de “Última Hora”, es en esa época que también colabora en la revista PBT, donde dirige la página de sociales.
El 15 de septiembre de 1913 funda el diario Crítica junto a tres uruguayos, que prometía ser como “el tábano sobre el noble caballo”, y lo fue. Crítica se ubicó como un diario pensado para las masas: provocó rechazo entre los aristocráticos lectores de La Nación y La Prensa, y pasión entre los trabajadores y la clase media.
A comienzos de 1915 conoce a Salvadora Carmen Medina Onrubia, madre de un hijo natural, Carlos, quien fue anotado con su apellido y a cuyo nombre le agregó el suyo, el que no llevaron ninguno de sus otros hijos y así fue, Carlos Natalio, “Pitón”. Se casa con ella después del nacimiento del último de sus hijos. A fines de ese año nace su hijo Helvio Ildefonso “Poroto”, en 1917 Jaime Alberto “Tito” y en 1919 Georgina Nicolasa “China”.
En 1916, el 11 de octubre, el estado argentino le otorga la carta de ciudadanía argentina. En 1926 es elegido presidente de la Asociación del Football Argentina.
En 1928 su hijo mayor, Carlos Natalio “Pitón”, de 17 años se suicida, son momentos duros para la familia, para olvidar realizan un viaje por Europa.
Botana a su regreso emprende un viaje por América y en Estados Unidos observa el funcionamiento de los grandes diarios, a partir de allí adopta algunas de las prácticas que considera conveniente implantarlas a través de su diario en argentina.
El 6 de septiembre de 1930 se produce la revolución que derroca al Presidente Hipólito Irigoyen. Mientras el verdadero eje fue el Gral. Agustín Pedro Justo, Botana a través de su diario fue el movilizador de las masas populares que eran necesarias para voltear un gobierno que había llegado apoyado en ellas.
En 1931 el diario es clausurado por órdenes del gobierno de facto del general José Félix Uriburu. Debido a serias divergencias de Botana con el nuevo régimen, su diario comienza a atacar a Uriburu. Botana y su esposa fueron apresados y pasan 100 días en la cárcel. Finalmente las autoridades les dan la opción para salir del país y el 17 de agosto la familia parte rumbo a Montevideo en el vapor de la Carrera y de allí a España, donde es recibido como pocas veces se había visto, se le abren todas las puertas y el reconocimiento es unánime. Desde España denuncia lo que ocurre en Argentina en varias publicaciones: el cierre de publicaciones y bibliotecas obreras, la intervención a las universidades nacionales, el desastre financiero, la corrupción en el ejército, la creación de una organización mercenaria: la Legión Cívica Argentina, la tortura de detenidos políticos, destrucción del movimiento obrero, la encarcelación de sus dirigentes.
En 1932, luego de la llegada del general Agustín P. Justo a la presidencia de la república, la familia Botana regresa al país, Argentina reanudaba su vida institucional.
A mediados de ese año instala su residencia en la quinta Villa de Los Granados, en Don Torcuato, provincia de Bs. As., el terreno le fue vendido por Marcelo Torcuato de Alvear en 1928. La quinta ocupaba 6 hectáreas de un predio de 14 hectáreas, la mansión se encontraba ubicada en la manzana comprendida por las actuales calles Boulogne Sur Mer, Camacuá, Obligado y Ruta 202 (Av. Angel Torcuato de Alvear), con entrada por Boulogne Sur Mer, poseía una pileta olímpica y una gran torre. Las numerosas descripciones de la casa de Botana dan cuenta del lujo y la majestuosidad con que fue diseñada: “el enorme edificio tenía un patio andaluz con un friso de mayólicas que reproducía, completas, todas las principales escenas del Quijote. Procedían por encargo directo de Botana, de Talavera de la Reina (España). y él mismo había ido marcando sobre un libro, uno por uno, los detalles relacionados con los hechos salientes de la obra. En la planta baja estaba la sala, con un gran piano de cola, una enorme chimenea a leña y en donde se proyectaban noche a noche las principales películas, aún antes de estrenarse en las salas porteñas, los pisos del comedor eran de roble de Eslavonia, los techos y la boiserie con maderas traídas de Paraguay, finamente trabajados. Los Granados contaban con una gran bodega, suntuosa, no solo por los exquisitos vinos que allí había sino por el mural que la realzaba, esta bodega estaba ubicada debajo del antecomedor y la cocina. Conviene detenerse en este espacio abovedado de 200m2 en donde el artista plástico mexicano David Alfaro Siqueiros realiza en 1933 su grandiosa obra “Ejercicio Plástico”, siendo huésped de Botana, quien lo recibe en su casa durante su exilio por razones políticas. Para realizar la obra Siqueiros convocó a los artistas argentinos Lino Enea Spilimbergo, Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino y el escenógrafo uruguayo Enrique Lázaro, debido a que un mural es una obra colectiva por excelencia. Su esposa Blanca Luz Brum posó para la obra.
Por un corredor se pasaba a las habitaciones, cada una de ellas con su correspondiente baño, todos de mármol de distintas tonalidades. En el primer piso se encontraba la biblioteca y salón de reuniones. La biblioteca estaba cubierta sólo de libros antiquísimos que compraba por cable en las subastas de bibliógrafos europeos, y además era extensa y estaba repleta, incluso contaba con algunos incunables, en ella se encontraban también unos sillones cuyos respaldares eran de piel de tigre, con la cabeza del animal coronando la parte superior de los mismos, una leyenda tallada en hierro forjado que decía: “Antes que verte prestado, prefiero verte quemado”, presidía la sala. Este salón fue testigo de la visita de hombres de letras, pintores, políticos que acudían a las reuniones que habitualmente se hacían.
En este piso se encontraban entre otros dormitorios el de Natalio, que contaba con un amplísimo baño de estilo romano, dotado de varios escalones concéntricos que marcaban la graduación térmica proporcionada por medio de vapor de agua, el agua fluía de una tinaja de mármol, en su parte superior se encontraban pequeños baños con duchas frías y calientes que salían con gran potencia. Cinco en total eran los dormitorios que poseía la casa. Desde ese piso se pasaba a un jardín de invierno con hermosos vitraux que tenia una variada y abundante cantidad de plantas de diversos orígenes.
Pasaron por la mansión personalidades como García Lorca, Alfonsina Storni, Roberto Arlt, Conrado Nalé Roxlo, Ulyses Petit de Murat y Pablo Neruda, este último recuerda su visita a la casa de Botana en septiembre de 1933 diciendo que “habíamos sido invitados una noche por un millonario de esos que sólo la Argentina o los Estados Unidos podía producir. Se trataba de un hombre rebelde y autodidacta que había hecho una fortuna fabulosa con un periódico sensacionalista. Su casa, rodeada por un inmenso parque, era la encarnación de los sueños de un vibrante nuevo rico.”
Centenares de jaulas de faisanes de todos los colores y de todos los países orillaban el camino, los famosos faisanes Venerados de la India, adonde había enviado a su secretario para comprar los casales, que luego reprodujo en su criadero de la quinta. Los faisanes constituían el menú personal de Botana por lo menos una vez por semana, la mansión contaba también con jaulas inmensas con un puma, criadero de llamas, alpacas y un ciervo colorado. En otra pajarera se observaba la majestuosa presencia de un cóndor.
Dentro de los predios de la quinta, que como ya dijimos tenía 14 hectáreas, se funda en 1940 los estudios cinematográficos Baires Film de Natalio Botana que, bajo el asesoramiento de Daniel Tinayre y administrado por Eduardo Bedoya comienza a producir su primer película “El último refugio”, dirigida por el norteamericano John Reinhardt, con la actuación de Pedro Lopez Lagar, Mecha Ortiz, Irma Córdoba y Jorge Rigaud, fue estrenada en el cine Gran Rex de la calle Lavalle.
Botana hizo mucho dinero con su diario y nunca se privó de nada: 3 autos Rolls Royce, la quinta Villa de Los Granados, con una Cabaña realizada íntegramente de madera, en donde todos los muebles fueron hechos a pedido especial, el carpintero se llamaba Provasca y era de Don Torcuato, esta cabaña se utilizaba también para batirse a duelo, a espaldas de la ley. Se llamaban “duelos a primera sangre”, perdía quien recibía la primera herida. La quinta Karavan, sobre la ruta 202, como regalo de casamiento a su hijo Helvio.
Botana fue una figura singular dentro de su generación. Crítica tenía mucho poder, por lo tanto era respetado pero también odiado. Lo cierto es que el fundador del diario Crítica llegó a se uno de los hombres más ricos del país y toda su fortuna se esfumó cuando él murió.
En la tarde del 6 de agosto de 1941, Natalio Botana tiene un accidente automovilístico en la provincia de Jujuy, cuando se dirigía de la laguna de Yala a las Termas de Reyes, al día siguiente muere en el hospital San Roque de Jujuy. Sus restos son trasladados por tren hasta Bs. As. y enterrado en la Recoleta.
Después de su muerte, el diario sigue, Eduardo Bedoya asume la dirección, con Helvio Botana como subdirector Luego Helvio y Jaime dejan el diario, quedando Raúl Damonte Taborda como único dueño. En 1946, Salvadora, Helvio y Jaime vuelven a tomar el control del diario, que aunque en condiciones serias seguía siendo un factor de poder. Crítica siguiendo la línea trazada por su fundador, comenzó un ataque en contra del entonces gobierno de Perón. Crítica defendió con pasión la estabilidad de la Suprema Corte, atacó la compra de los ferrocarriles y la de los teléfonos. Por su prédica constante contra el movimiento peronista, en 1951 son forzados por el gobierno a vender el diario a la cadena oficial de prensa. Crítica se fue desmoronando lentamente hasta disolverse en la nada.
La familia para ese entonces habiendo sufrido una situación económica difícil, había vendido todas las propiedades. Los Granados pasó a diferentes manos privadas hasta que es comprada por Héctor Mendizabal en 1989 quien en 1990 decide contratar a un equipo de expertos del Estudio Del Carril-Fontan Balestra, para que con una técnica especial retiraran el mural del sótano, con el propósito de que el “Ejercicio Plástico” se transformara en una obra itinerante y de esta manera poder llevarla a diferentes museos del mundo. La sociedad creada por Mendizabal no pudo pagar las numerosas deudas contraídas, la obra fue embargada y no alcanzó a pisar su primer destino: el Museo Metropolitano de Nueva York en Estados Unidos. El mural con varias instancias judiciales quedó por orden de la justicia confinado en varios contenedores en un depósito de San Justo desde 1992, hasta que una serie de acciones y secuencias jurídicas iniciadas en el período 2000 - 2003, hacen que la justicia ordene su recuperación y restauración.
En octubre de 2008 llega a la Casa Rosada, el mural dividido en 6 partes es trasladado a un tinglado construido expresamente en la plaza Colón, para su restauración que finaliza el 24 de junio de 2009. El objetivo es que los festejos del Bicentenario encuentren a la obra declarada “bien de interés histórico nacional”, con la documentación en regla para poder ser exhibido.
La brevedad de la biografía de Botana, responde a las escasas fuentes documentales sobre su actuación pública o privada, debido que la mayoría de los documentos de la época fueron destruidos por parte de las intervenciones que sufrió el diario en la época de la dictadura de Uriburu y durante el gobierno peronista, como lo cuenta Salvadora Medina Onrubia, esposa de Botana. Durante el gobierno del general Aramburu se reintegraron a sus dueños legales, los diarios expropiados: La Prensa, El Intransigente, El Día y La Mañana, pero se niega reiteradas veces la entrega de Crítica a sus legítimos dueños, como lo afirma Medina Onrubia. Finalmente Crítica fue licitada: se dividió la empresa en dos partes: los talleres de la calle Salta fueron comprados por Francisco Manrique para editar el diario Correo de la Tarde y los de la Avenida de Mayo, con el título de Crítica, por los políticos radicales Santiago Nudelman y Jorge Laske.
Natalio Botana dejó como herencia, entre otras propiedades, el mayor diario de la tarde que se publica en castellano, como lo informaba el cable de noticias recibido de Nueva York y que transcribió el diario La Nación, el día de su fallecimiento; el edificio de Crítica en Av, de Mayo 1333; los talleres auxiliares de Crítica en la calle Salta 1915 al 1919; el local de El Sol; los estudios cinematográficos Baires Film; su quinta Villa de Los Granados en Don Torcuato; la quinta Karavan en Don Torcuato (hoy propiedad del empresario Armando Gostanián, se convirtió en 2001 en prisión domiciliaria del ex presidente Carlos S. Menem); y La Negra, una estancia de 18.000 hectáreas en Río Negro. Dos estancias en La Paz y una en Arrecifes. Viñedos en distintas partes del país, etc.
Dicen, quienes lo conocieron, que tanto Crítica como Villa de Los Granados fueron sus grandes amores. El diario y la casa tuvieron un final desafortunado, ambos terminaron en ruinas. Quedan en pie en la actualidad, las cocheras junto con el sector de los empleados de la quinta, la torre junto a la pileta, la cabaña de troncos, los estudios cinematográficos Baires y la quinta Karavan.
La historia es algo que perdura a través de los años y las generaciones, tal vez Botana jamás imaginó que con su diario marcaba un hito en el periodismo argentino y que sería recordado a través de su paso por nuestra ciudad en lo que habitualmente llamamos el cruce Crítica.
Prof. Carlota G. Vallejos
Nota: esta breve reseña nos ubica en una parte de nuestro pasado histórico. Las investigaciones son infinitas, tanto en función de la vida de Los Botana como a través de la obra “Ejercicio Plástico” de David Alfaro Siqueiros, su vida, la importancia del muralismo en México. El muralismo como expresión de un pueblo, sus principios. Los grandes muralistas mejicanos. Técnicas abordadas en la realización de “Ejercicio Plástico”, equipo de restauradores. Trabajo de extracción del mismo, etc. etc.
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