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Jueves 18 de Abril de 2024   











Museo para desacartonar lo jurídico
19/11/2015 San Isidro

Abogado: Mejor consultarlo antes de firmar

El Museo del Estudio Jurídico, emplazado en el centro de San Isidro, tiene objetos característicos de los bufetes de antaño, pero además, anécdotas y situaciones curiosas e hilarantes, que solo pudieron acumular quienes recorrieron por largo tiempo el mundo de las causas judiciales y los tribunales. También hay “consejos” e “ideas” para encarar la carrera y la profesión de abogado.

El doctor Antonio Pardo Méndez (78) es de los llamados “Tomo I” del colegio de Abogados de San Isidro (CASI), un guiño que en el ambiente de los letrados sirve para nombrar a los primeros matriculados, a los pioneros de la entidad que ya lleva 50 años en la región. Su estudio está pegado al mástil de San Isidro, pleno centro de la ciudad.

El abogado está retirado de la primera línea de fuego en la profesión –sus asociados tomaron la posta- pero de ninguna manera de la actividad, y muestra es que este año inauguró, en dos salas del estudio, el Museo del Estudio Jurídico, un lugar para conocer cómo se ejercía la profesión desde mediados del siglo pasado.

El Museo tiene objetos característicos de los bufetes de antaño, pero además, anécdotas y situaciones curiosas e hilarantes, que solo pudieron acumular quienes recorrieron largo tiempo el, para muchos, velado mundo de las causas judiciales y los tribunales. También hay “consejos” e “ideas” para encarar la carrera y la profesión de abogado.

Pardo Méndez tiene el don del buen humor, y eso además se trasluce en la cantidad de comentarios risueños, y caricaturas que rematan la galería de cosas que el visitante tiene para observar. Así, se destacan los cuadritos humorísticos de, El doctor Merengue, con su “otro yo”, gran creación gráfica del dibujante Guillermo Divito.

Prensa Libre recorrió el original Museo (cuya sede está en 9 de Julio 307, 1er. p.) en compañía del reconocido artista plástico, Raúl Pérez Alonso (87) –que además tiene colgadas cuatro de sus obras en la recepción de la muestra- y el ex juez, Félix González Godoy (79), dos amistades del anfitrión, que ofició de guía para la ocasión.

En rigor, la propia sede del Museo, tiene su historia pues, según relató Pardo Méndez, antaño funcionó allí parte del Hotel Vignolles (algunos historiadores también lo ubican sobre Chacabuco); un lugar frecuentado por Domingo Faustino Sarmiento, cuando venía a la zona para recorrer las islas, entre otros menesteres.

La visita

Actualmente el Museo posee dos salas, la primera se denomina, Sala de Formación Profesional, y allí el visitante podrá ver, por ejemplo, el Decálogo para quien necesita un abogado, escrito por Ignacio Winisky; o números de la revista Mecánica Popular o manuales de reparación de radios de 1950 y 1953.

Es que Pardo Méndez, como muchos colegas, viene de familia de inmigrantes, con oficios variados –su padre fundó la panadería La Nueva Colón, de Martínez-, que no siempre pudieron solventar la carrera universitaria de sus hijos, y estos debieron tener otras labores hasta avanzar en sus estudios (nuestro abogado eligió la reparación de radios).

Un objeto sin duda original es el Reading Rateometer, de 1954, un aparato mecánico para mejorar la concentración en la lectura. También podrán verse diferentes modelos de teléfonos a disco, contestadores automáticos a doble casete, máquinas de escribir que permitían adherir papel para hacer hasta ocho copias a la vez.

También se podrán ver frascos de tinta y plumas, que usaban los oficiales de justicia en Tribunales para escribir a mano los despachos, y “falsos expedientes”, que no se trata de expedientes fraguados o inventados por algún estafador, sino duplicados de causas normales, nombrados con la jerga judicial de mediados de siglo pasado.

Además se podrán conocer útiles de escritorio de antaño, borratintas a base de lavandina, ficheros con hojas de cartulina, libros contables con registros asentados a mano, expedientes de diverso tipo, calculadoras mecánicas, tratados de diferentes temas del derecho y originales colecciones bibliográficas.

El humor gráfico sobre la profesión, como dijimos, estará presente en toda la recorrida, también con obras del inimitable, Luis Medrano, inventor del grafodrama, una creación donde predominaba la imagen, casi sin palabras, que propone una situación que se completa con la complicidad del sentido común del lector.

Asimismo hay reproducciones del artista Honoré Daumier (1808-1879), caricaturista político, que con mordacidad y acidez, no exenta de comicidad y realismo, retrata la justicia, y a los abogados, de su época; y de los más actuales dibujantes Sendra y Nik, entre otros de los que se ocuparon en mostrar el mundo judicial.

“Desde chico fui como la urraca que junta cosas” le confió Pardo Méndez a Prensa Libre. El abogado –mentor del padrinazgo, institución del CASI que acompaña a los abogados en sus primeras armas- con el Museo pensó en ayudar a decidirse a los alumnos que terminan el secundario y tal vez elijan la carrera, para seguir sus estudios.

Actualmente, la entidad puede visitarse los martes y jueves, desde el mediodía, con la guía del propio Pardo Méndez, o los voluntarios Stella Maris Andrade, Alejandro Cordini y Adelina Ríos. El contacto se establece con la Asociación Amigos del Museo del Estudio Jurídico por correo electrónico a amigosmdej@gmail.com y a museoej@gmail.com.

Gustavo Camps


Link Permanente:  http://www.prensalibre.com.ar/index.php?id=9464
 
Comentario de Alejandro Cordini, 19 noviembre, 2015
Estimado Sr. Camps,
Lamento mucho haber perdido la oportunidad de conocerlo y recorrer junto el Museo. No faltará oportunidad para hacerlo.
La nota me parece magnífica.
Simplemente, por curiosidad, porqué menciona sólo 2 Salas si, en realidad, el Museo cuenta con mas ambientes ?.
De todas maneras,el "capo" es Antonio, así que él deberá decir si sugiere modificar esa información o no.
Yo regreso del exterior el 27/11. Después de esa fecha, me gustaría invitarlo a tomar un café, para conocerlo.
Un muy cordial saludo,

Comentario de Gustavo Camps, 20 noviembre, 2015
Estimado Sr. Cordini, tal como informa la nota el Museo tiene dos salas abiertas al público, que son las que recorrimos con las personas que allí figuran. Incluso el "capo", al que yo llamo doctor Pardo Méndez, pues recién acabo de conocerlo. Además él me dijo que hay dos salas abiertas al público, con lo cual difícilmente sugiera cambiar la cantidad de salas existentes. Si usted vio más salas anteriormente, al menos lo positivo es que no fue culpa de la inflación, pues por esta todo aumenta pero no baja. Lo que no incorporé en la nota es que después de la visita los visitantes compartimos un almuerzo en el Colegio de Abogados, con un excelente vino. Ahora que lo pienso tal vez usted haya ido por el Museo después de almorzar con ese delicioso vino, entonces...Pero no, no, mejor dejemos las conjeturas, y como usted propuso, que sea Pardo Mendez el que le aclare la cantidad de salas que se pueden visitar en el Museo. Un abrazo y espero que usted tenga el mismo sentido del humor que Pardo Méndez, el artista y el ex juez con los que recorrimos el Museo. Yo también espero conocerlo pronto personalmente.
 
  
 
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