Felicitaciones a los que -en distintos lugares del paÃs-, sacrificando su propio tiempo familiar, se dedicaron a recorrer las calles invitando a compartir el pan con la gente, a los que consolaron y divirtieron chicos y ancianos en iglesias, plazas, hospitales, hogares, geriátricos, etc.
Destaco la oportuna convocatoria de los organizadores y de los que prepararon y donaron la comida para ese "gran brindis multitudinario" que desterró "barreras sociales" y por unas horas unió a ricos y pobres en "una noche y amanecer mágicos".
Dios quiera que aprendamos y sigamos estos ejemplos de solidaridad, pero no, sólo, por una noche, sino durante los 365 dÃas del año, ya que nuestro prójimo nos necesita "siempre" y no, una vez al año.
Por último y, en memoria del servicio y humildad, que nos enseñó la Sagrada Familia en su estadÃa en la tierra, unámonos en oración (a las 3 de la tarde, hora santa y de la Divina Misericordia de Jesús) por la paz en nuestro paÃs y en el mundo y consagrémonos al SacratÃsimo Corazón EucarÃstico de Jesús y al Inmaculado Corazón de MarÃa.
Marcos A. Machado marcos53arg@hotmail.com
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