Por Ricardo Luis Mascheroni (17-09-19)* El autor de esta opinión dice que la obligatoriedad de los debates públicos de los candidatos responde a snobismos tomados de otras sociedades, parten de errores conceptuales sobre la actividad política, la vida de los partidos y esconden otros propósitos. Y asegura: “Si estuviera en el lugar de Alberto Fernández, no iría a debatir con el mentiroso serial de Mauricio Macri. No tiene sentido, gastar pólvora en chimangos, diría mi abuelo, sobre todo con alguien que no se hace cargo de nada y le echa siempre la culpa de todas las calamidades a los demás. “Por otra parte, desde que comenzó a hablarse de estos debates, he estado en contra y por ello reproduzco en esta oportunidad un artículo que escribí hace varios años atrás sobre el tema”. ver ms
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