Rincones simples, domésticos instantes, murmullo matutino de tostadas, rendijas con el sol a media luz entrando sin permiso, en la mañana. Mesa tendida, fragancias y sabores en la piel, certeza de calor en el regazo, sabiendo a almÃbares y a miel. Bálsamo diario, remedio acostumbrado que cura sin motivo y sin demora, que busca el cobijo en la caricia, en el silencio justo de las horas. Cascada de presencias oportunas sin razón ni fundamento, palabra precisa que brota de los labios, que desliza un alivio, que dibuja un consuelo... ver más
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