En Chile los jóvenes parecen ser la punta de lanza de una rebelión mayor, que se desató con un aumento del transporte, pero que involucra muchos temas, hasta ahora tapados. Pese a los pedidos de perdón y de arrepentimiento del presidente Piñera, hoy miércoles 23 de octubre se inició un paro, convocado por un conjunto de organizaciones sociales y sindicales del país vecino, que emitió una declaración cuestionando las políticas neoliberales de las últimas décadas.
Luego de jornadas de feroz represión que produjeron ya más de una docena de muertos, la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas repudió los hechos en una declaración: "Condenamos la represión de los movimientos sociales y sindicales, la militarización y, especialmente, el decreto de Estado de Excepción en Chile”.
Algunos de los analistas que siguen la situación, señalan que “Piñera logró algo inimaginable: que la `derecha y la izquierda lo odien”. O como dijo el periodista Matías de Rioja: "Ese sueño de un país más justo que proponía el socialismo de Allende y que fue reprimido hace más de cuarenta años, siguió latiendo en el inconsciente del pueblo chileno hasta hacerse manifiesto por estos días."
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