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Repudiar estos hechos, y exigir el castigo correspondiente para sus autores es una obligación, no sólo para el periodismo, sino para toda persona de bien, que respete la libertad, tanto propia como ajena, que se considere defensora de los valores democráticos y republicanos, y que crea que la libertad de expresión es tan válida para propios como para ajenos.
El comportamiento de estos personajes, que pudo verse gracias a los medios de prensa, nos retrotrae a tiempos de intolerancia y de violencia que no deben ser repetidos; y no repudiarlos es permitir que ocurran nuevamente.
Por ello es alentador que las autoridades de la ciudad de Buenos Aires muestren una actitud, como la del vicejefe de gobierno porteño a cargo del ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Diego Santilli, quien repudió los hechos de violencia, y aseguró que están trabajando junto a la FiscalÃa que entiende en la causa "para dar con los responsables de estas agresiones". El ministro, además sostuvo: “Lo primero que hay que decir es que yo repudio todo tipo de agresión a cualquier periodista de cualquier canal, en este caso a los trabajadores de C5N y al móvil de C5N", en declaraciones radiales, y consideró "inadmisibles estos hechos de violencia y estas actitudes a cualquier periodista del canal que sea".
La justicia y el sistema democrático deben impedir que estos hechos se repitan por el bien de la democracia y de todos los habitantes de nuestro paÃs, cualquiera sea su ideologÃa.
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