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“Esta plaza es mágica” dijo hace más 40 años, Ana María Fuentes, cuando se hizo cargo de la calesita de la plaza, que entonces se llamaba Libertad. Y hoy lleva el nombre del Almte. Brown. Para los chicos de Villa Adelina era un juego maravilloso. Ana María -eran otras épocas- solventó a la familia y les dio educación a sus hijos con la calesita.
Cierta vez Ana María necesitaba plata, vendió los juegos de madera, y los reemplazó por otros de otro material. En la última dictadura, a un cráneo tan escaso de cabello, como de ideas, se le ocurrió que una plaza “no era lugar” para la calesita y la tuvo que retirar. Luego, en democracia, obviamente volvió adonde no tendría que haber salido.
Esto lo relataba Esteban, uno de los hijos de Ana María, que con su hija Rocío atienden hasta la actualidad la calesita, más para honrar a su dueña, que por el negocio (cada cual en la familia tiene su propio trabajo). El sábado la guía de turismo de San Isidro, Alicia Ciurria, invitó a Esteban a que cuente estas cosas.
La calesita Ana María está declarada, Patrimonio Cultural, de los sanisidrenses, por la intendencia. Estrictamente lleva en el lugar 50 años, cuando llegó Ana María ya existía. El mástil de la plaza, con una placa que recuerda a Guillermo Brown, otro de los monumentos vistosos del lugar, aún no se había instalado.
La plaza
Ciurria recorrió baldosa por baldosa la plaza Brown y reveló su historia. El trayecto terminó en la calesita y la invitación a Esteban a que relate en primera persona. El aniversario de Villa Adelina se recuerda cada 29 de marzo, en rememoración de la llegada del primer tren a la localidad, al oeste de San Isidro.
En este contexto las Guías de Turismo de San Isidro y la oficina de Turismo del municipio organizaron la visita. El encuentro fue en la parroquia Nuestra Señora de Luján, frente a la plaza, por Independencia. Cuando los pioneros llegaron a Villa Adelina era todo campo. La plaza se montó en el loteo de un vecino, Rebagliati.
En 1934, señaló Ciurria, los pobladores inauguraron la plaza y la escuela. Libertad le pusieron a la plaza. Uno de los hitos fue en los años ´50, por virtud del periodismo. Ciurria relató que un vecino, con llegada a un diario nacional, logró una nota donde se decía que la plaza era muy visitada, pero de noche imposible de recorrer sin luces.
El intendente de entonces, dado que se avecinaba la jura anual de la bandera, y por la importancia de la plaza se pensaba organizar allí el acto, raudamente iluminó el solar. El lugar, particularmente, rinde homenaje, asimismo, a los héroes de Malvinas. Hay varias placas y más de un monumento que recuerda a los ex combatientes.
Ex combatientes de Malvinas
Ruben I. Bouiron, Héctor H. Diez Gómez, Héctor Dufrechou, Omar Herrera, Marcelo S. Novoa. Marcelo Romero, Fernando L. Sievra y César A. Zapata están nombrados en una placa con dos bustos que representan a las islas, que data de 1997. La guía también recordó que los 1 de abril los pobladores les dedican una vigilia muy sentida.
En la plaza asimismo, el artista visual Fausto Amadeo les dedicó la obra, Territorio Sintiente, en diciembre de 2022. Se trata de un camino de material, entre gris y celeste, con forma de las dos islas más grandes del archipiélago argentino; la Islas Soledad y la Gran Malvina. Amadeo es sanisidrense también y arquitecto de profesión.
Hacia fines de los años ´80 la plaza ya era bien conocida como Almte. Brown. Aparte de la calesita tiene juegos infantiles con pisos antigolpes como es usual en la actualidad. Y la guía Ciurria destacó la confección de los bancos, de un material metálico, de color grisáceo, amplios, sin ornamentaciones y con respaldo.
Ciurria destacó que antiguamente había bancos de madera. Pero con el paso del tiempo comenzaron a deteriorarse y a romper la ropa de quienes se sentaban. Así, años atrás, el municipio los encargó a una pyme de Tigre, AyC Bancos Urbanos, que confeccionó los actuales de acero al carbono, muy funcionales.
Sobre la arquitectura general de la plaza, Ciurria explicó que tiene ocho senderos de ingreso a través de las diferentes calles que la cruzan. “Un diseño amplio que invita a entrar a la plaza” evaluó. E informó, asimismo, que mantiene arbolado de muchos años, que dan buena sombra, con especies como Palo Borracho, Mora y Ciprés.
Villa Adelina
El 29 de marzo de 1909 se considera la fecha fundacional de Villa Adelina. Ese día se detuvo por primera vez un tren a vapor en la zona, mientras continuaba el tendido de vías hacia Retiro. La estación Villa Adelina forma parte del Ferrocarril General Belgrano (Belgrano Norte) concesionado a la empresa Ferrovías.
La estación original de Villa Adelina fue demolida en 1999, para la construcción de un túnel vehicular, en conjunto entre los municipios de San Isidro y Vicente López. Una réplica de la antigua parada se construyó sobre el túnel, y es la estación Villa Adelina, que se utiliza en la actualidad.
A mediados del siglo XX en la ciudad se instalaron emprendimientos productivos como Lozadur, Cataneo, Costagut, Parmalat, Orbis. En los ´90, pese a la lucha de las y los trabajadores, la crisis económica generada por el neoliberalismo hizo que cerraran casi todas. Y algunas como Alcoyana, las siguieron los propios trabajadores.
Los límites de Villa Adelina -que abarca San Isidro y Vicente López- son las calles Av. Amancio Alcorta, Perito Moreno, Virrey Vértiz, Thames, Av. Fondo de la Legua y Paraná, en San Isidro. Mientras la parte de Vicente López la forman Paraná, Gervasio Méndez, Rafael Obligado, Capitán Cajaraville, Montes de Oca y Av. Primera Junta.
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