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Vecinos y usuarios de la costa sanisidrense se manifestaron para denunciar el intento del municipio de alambrar un sector de la costanera pública, perteneciente al Refugio Educativo Ribera Norte, pero de acceso público, que suele ser utilizado recreativamente por la vecindad y visitantes. Fue en la plaza Yrigoyen, contigua al edificio municipal. La intendencia argumentó que es “para brindar mayor seguridad”, pero quienes van permanentemente quieren mantener el acceso libre.
Con carteles alusivos, cánticos, aplausos, disfraces y una meditación colectiva, vecinos y usuarios de la costa sanisidrense, en su mayoría jóvenes, se manifestaron para denunciar el intento del municipio de alambrar un sector de la costanera pública, perteneciente al Refugio Educativo Ribera Norte. También hubo concejales de partidos opositores.
Fue en la plaza Yrigoyen, contigua al edificio municipal, y la Intendencia desplegó un inusual operativo de seguridad, con vehículos, policías provinciales, comunales, del área de “Protección Ciudadana” y hasta personal de civil, dentro de un sector vallado que rodea el edificio municipal y, por fuera, en diferentes lugares de la plaza.
El espacio que la intendencia intentó alambrar forma parte del área protegida, por ordenanza del Deliberativo, y la vecindad y muchos visitantes lo utilizan recreativamente, también concurren grupos ambientalistas que difunden información, organizan talleres ambientales y enseñan a vivir en contacto con la naturaleza sin contaminarla.
De acuerdo con fuentes vecinales, días atrás cuadrillas municipales enterraron postes con intención de alambrar e impedir el ingreso, algo que inmediatamente los vecinos impidieron, incluso con denuncias policiales, y finalmente hasta ellos mismos intentaron retirar los postes, para mantener libre el acceso.
“No protestamos, no marchamos, decimos nuestra palabras con energía, la misma energía que recibimos de la naturaleza” explicaba uno de los manifestantes que coordinó una meditación colectiva en plaza Yrigoyen. Para visibilizar el reclamo también hubo bailes colectivos, teatralizaciones y se repartieron volantes.
La consigna no daba lugar a dudas: “Por una costa natural, pública y de libre acceso. Recuperemos la costa pública. Por más accesos al río. No queremos más alambrados”. Además, se difundió un petitorio, y se juntaban firmas, que se entregarán al Concejo Deliberante y al municipio, para evitar el alambrado.
Tras la marcha, en una gacetilla la Intendencia intentó argumentar que el alambrado se colocaba: “Para brindar mayor seguridad a vecinos y visitantes y asegurar la conservación de la biodiversidad” con denuncias de que “en los últimos meses, sufrió hechos de vandalismo como rotura de carteles, destrucción de vegetación, ingresos de autos, motos y camionetas e incluso fogones”.
Sin embargo, los vecinos y visitantes consultados desmintieron tal situación, de hecho grupos colectivos como la Asamblea Bosque Alegre, indicaron que mantienen limpio ese y otros lugares de la costa pública, por ejemplo luego de las sudestadas, y difunden entre los visitantes la convivencia amigable con la naturaleza imperante.
A fines de setiembre de 2012 la Asociación Ribera Norte -a cargo del Refugio Educativo, por entonces- denunció que cuadrillas municipales desmontaban parte de Bosque Alegre para facilitar la construcción de canchas para el Club CASI. Tras la denuncia -que resultó cierta- la intendencia desplazó a la entidad ambientalista del refugio educativo.
Gustavo Camps
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