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El reconocido ex juez de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Zaffaroni, conformó un panel sobre derechos humanos y sociales, con la experta, Ana Arias, trabajadora social y Magister en ciencias sociales, invitados por el Colegio de Trabajadores Sociales bonaerense, distrito San Isidro, para conmemorar el aniversario de la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por parte de la ONU y el Día de los Trabajadores Sociales. Fue en la Mutual de Arquitectos de Florida.
La Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Servicio Social (trabajadores sociales) instituyó en 2012 el 10 de diciembre, como Día de los Trabajadores Sociales, en concordancia con el aniversario de la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por parte de la ONU.
Para festejar esa fecha el Colegio de Trabajadores Sociales, distrito San Isidro, organizó un panel, en la Mutual de Arquitectos de Florida, con el reconocido jurista, Raúl Zaffaroni y la experta en ciencias sociales, Ana Josefina Arias, para referirse a los derechos humanos y sociales en la actualidad.
Zaffaroni advirtió que “los discursos jurídicos normalizan quiénes son sujetos de derechos y quienes no”, y que existe “un enorme aparato ideológico y cultural que baja línea” para esto. El jurista sostuvo que actualmente la humanidad vive dos crisis, una en lo social y otra por el deterioro del medio ambiente; y que “el derecho es un campo de lucha”.
Luego explicó que “quién es más o menos persona es una definición que hace el poder y de esa definición depende el grado de crueldad de cada discurso jurídico”. El reconocido jurisconsulto explicó asimismo que “las personas ficcionales (sociedades) adquirieron autonomía, son anónimas y concentran la riqueza”.
Zaffaroni también se refirió a la prisión por razones políticas de Milagro Sala en Jujuy. Habló de la detención escandalosa por una cuestión menor, de un “escrache” al gobernador, Gerardo Morales, “que no está acreditado que Milagro Sala haya tenido que ver” y de un escándalo institucional.
Alguien del público le pidió que analice el caso jurídicamente. “El cúmulo de irregularidades es considerable. Es un caso aberrante. No tiene sentido abordarlo jurídicamente” afirmó el ex ministro de la Corte y disparó: “Es un revanchismo político que me recuerda al ´55” (en referencia al golpe que derrocó a JD Perón ese año).
La experta Arias pasó revista sobre lo que implicaba el defender derechos sociales y humanos en diferentes épocas, recordó que hubo momentos en que se justificaban las desapariciones de trabajadores sociales durante la última dictadura, con el argumento falaz de que “desaparecieron por su militancia no por su profesión”.
Para Arias es necesario que los trabajadores sociales piensen cuál es su lugar en la defensa de los derechos sociales, corriéndose del lugar de demandar solamente, y parafraseó al psicoanalista Fernando Ulloa: “la ternura es el fundamento de los derechos humanos” en el sentido de “poder reconocer y valorar al otro”.
Además advirtió lo negativo de “deshumanizar al otro como receptor de derechos” en relación a curiosas opiniones del empresario, Enrique Pescarmona, sobre niñas “que se hacen preñar” por planes sociales, por ejemplo. “La ternura es un lugar sumamente valioso y sumamente político” para pensar la tarea del trabajador social, sostuvo
La experta también consideró que los trabajadores sociales “tenemos que tener una actitud solidaria con el conjunto de los militantes sociales y políticos, porque también hay en este momento una estrategia de subordinación, violencia política, y no puedo no decir que es un hecho aberrante la cárcel que está pasando Milagro Sala”.
Para la experta “más allá de todas las discusiones, que se puedan tener del lugar de los movimientos sociales en la política social, tolerar esto es infringir un límite que nos deja muy descolocados para plantear cualquier otra discusión en términos de derechos sociales y políticos”.
Gustavo Camps
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