Una misa bajo el lema: “¡Por una Argentina sin presos políticos! Libertad a Milagro Sala” oficiada por los curas Jorge Marenco, párroco de Nuestra Sra. de Carupá, y Néstor Cruz García, párroco de María de Guadalupe, en Troncos del Talar -ambas de Tigre- reunió a gran cantidad de jóvenes, militantes políticos, referentes de organizaciones sociales y concejales de la región. Fue en el Centro Cultural Batalla Cultural, de Olivos, por iniciativa de jóvenes de diversos espacios políticos, según se anunció. Durante la celebración religiosa se leyó una carta de agradecimiento de Milagro Sala.
Ambos sacerdotes pertenecen al grupo de Curas en opción por los pobres. “(…) Desde que comenzó la irregular situación de injusticia instalada en la provincia de Jujuy, hemos manifestado nuestra preocupación por la detención ilegal de Milagro Sala y sus compañeras/os de la Tupac Amaru” expresó en un comunicado el colectivo religioso.
El padre Nepi, como se conoce familiarmente a Cruz García, antes de la celebración recordó que en la última Jornada Mundial por la Paz, hace pocos días atrás, se reflexionó sobre el mensaje del Papa Francisco titulado «La no violencia: estilo de una política para la paz» y exhortó a ejercer “una no violencia activa” contra las injusticias.
El religioso reveló que esperaba llegar a la Navidad con Milagro Sala en libertad, y explicó que “si bien la respetamos, cuando la Justicia la manejan los poderosos hay que cuestionarla”, en alusión al accionar de la Justicia jujeña que priva a Sala de la libertad, hecho objetado hasta por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La ceremonia religiosa también aportó a la exhortación del Papa a “¡Salir a las periferias geográficas y existenciales!”, y en esta línea el padre Nepi elogió la participación diversa (más de 100 personas) en la celebración, pues “dónde unos dicen Dios otros dicen paz, justicia, libertad, y donde unos dicen paz, justicia, libertad, otros dicen Dios”.
Nepi y Marenco coincidieron en que “Milagro Sala está presa por ser mujer, indígena y pobre y encara la lucha colectiva para que los más postergados puedan acceder a mejores condiciones de vida en Jujuy (donde Sala es presa política a instancia del gobernador, Gerardo Morales), pero también en Olivos, y en el Conurbano Bonaerense”.
