Quizás no, porque se hubieran tropezado con algún tramo en condiciones peligrosas, como le está sucediendo a numerosos vecinos. Son muchos los que sufren consecuencias, a veces no graves y otras con secuelas importantes, inmovilidad, curaciones dolorosas, gastos imprevistos. Pero tenemos una sociedad pacÃfica, el que se cae se levanta como puede, a veces con ayuda de quienes lo vieron vuelve a su casa resignado o va al hospital. Tengo numerosos y queridos amigos y casi no pasa un dÃa sin que me entere que alguno de ellos tropezó y cayó. Creo que si el municipio está informado sobre importantes obras a emprender no le resultarÃa tan difÃcil ocuparse de algo simple como dar un vistazo a las aceras y obligar a los frentistas o a quien corresponda a reparar la vereda. Caminemos más tranquilos, sobre todo los que dependemos de un andador o un simple bastón, somos muchos.
Georgina Paván 4.315.502
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