Buscar:
Google
Agregar a Favoritos
Viernes 29 de Marzo de 2024   











Lo peor no pasó para nuestro cine
20/8/2018 Región Metropolitana Norte

 
En varias notas anteriores veníamos alertando sobre la aplicación del feroz ajuste y la profunda crisis económica que está asolando nuestro país, como no podría ser de otra manera llegó a nuestro cine. Como ya mencionamos se viene acentuando la virtual paralización de la producción y en lo que va del año, denuncian las distintas entidades que nuclean al mundo del cine, no se han nombrado los comités de evaluación de proyectos, ni hubo convocatoria a concursos, como por último y más grave aún no se han otorgado créditos ni subsidios.

Benjamín Naishtat, del Colectivo de Cineastas, lo dice muy claramente: “Hoy hay una parálisis total de la producción de nuevos proyectos. Miles de personas están sin trabajo. Se comunican récord de rodajes, pero es una noticia falsa: hubo un parche para películas que estaban paralizadas, atrasadas hace años. De acá al futuro hay una parálisis total. Es una situación sin precedentes. Hemos presentado varios proyectos para reactivar la producción y que se tomen medida para que el plan de fomento sea más inclusivo, porque ahora apunta a la concentración”.

Durante el mes de julio hubo varias reuniones y el presidente del INCAA, Ralph Haiek dictó una resolución, la Nro. 1102/18 bastante farragosa llena de términos muy técnicos y que según informaron las autoridades intenta destrabar la parálisis. Luego de varias reuniones que se desarrollaron con la participación de más de diez entidades de la dirección, producción, técnicos, documentalistas, cineastas independientes, etc., una de las cosas que se sacó en limpio es que se había firmado un convenio con el Banco Nación para otorgar créditos para el sector cinematográfico con tasas de interés que llegan al 31%, cuando hasta ahora los créditos que se otorgaban tenían una tasa del 4%, y además de solicitar requisitos más restrictivos y montos insuficientes con máximos de alrededor de 6 millones de pesos.

Las entidades se oponen en forma terminante a la bancarización de los créditos, por cuanto la Ley del Cine contempla que el fomento y la financiación deben surgir de los fondos que maneja el INCAA en forma autárquica y que se obtienen del porcentaje en el pago de las entradas. La gente de cine se sigue quejando porque manifiesta que las medidas tomadas son sólo paliativas y no resuelven los problemas de fondo. Hay que tener en cuenta que armar un proyecto para un largometraje requiere mucho trabajo y lleva mucho tiempo, en general entre dos y tres años, por lo que se hace necesario tener reglas muy claras en cuanto a cómo debe ser la financiación, porque si no se producen los problemas que se vienen arrastrando en los últimos años, y se retrasan y paralizan las filmaciones.

La prestigiosa realizadora Sandra Gugliotta del colectivo Directores Independientes de Cine opinó con precisión sobre la situación actual: “El sistema anterior funcionaba. Con el modelo de cine con el que se trabajó hasta ahora había una industria que tenía cantidad de miradas y formatos distintos, en un equilibrio virtuoso, con cosas que podíamos criticar o mejorar. Las nuevas resoluciones tienden a un modelo de cine industrial, no independiente. Se está armando un esquema que privilegia a los que pueden encontrar financiación en el exterior”.

En suma, el plan sigue siendo el mismo que se aplica en todos los órdenes por parte del gobierno macrista: concentrar, achicar, desfinanciar, subejecutar los presupuestos, avanzar con idas y vueltas hacia el objetivo: bajar la cantidad de producciones, películas de éxito asegurado por la participación de grandes actores y actrices, con directores de trayectoria y, si es posible, incondicionales del gobierno, y terminar con lo que es orgullo para nuestro cine, la participación de nuevos y jóvenes directores y técnicos que hacen películas de bajo y mediano presupuesto que obtienen una gran aceptación en los grandes festivales internacionales.

En cuanto a la distribución y la exhibición los problemas persisten y no hay signos de mejoría. Las grandes cadenas de exhibición gambetean a las películas argentinas que no les interesan y nadie dice nada, incumplen con la ley. Las películas se agolpan en el Gaumont, en horarios estrambóticos y las ve muy poca gente y ya hay riesgos que cierre porque adeuda pagos de luz millonarios. Las películas extranjeras no tienen mejor suerte si son europeas o asiáticas; ni hablar de nuestra América, no se estrenan y si lo logran, como no son los grandes tanques, se destinan a cines pequeños y duran una o dos semanas, aunque tengan excelentes críticas, como ocurrió con una gran película de origen palestino, para más dirigida por una mujer, Annemarie Jacir: “Invitación de boda”, con un tema familiar tratado en forma de comedia, pero que al mismo tiempo devela con mucha justeza los graves problemas de sufre el pueblo palestino. No llegó a los diez mil espectadores, las grandes cadenas la ignoraron.

Los que amamos el cine y queremos seguir viendo películas en las salas debemos apoyar la lucha de los hacedores y librar la batalla cultural necesaria para que la famosa “tormenta” desaparezca lo más pronto posible.

Alberto Poggi


Link Permanente:  http://www.prensalibre.com.ar/index.php?id=14321
   
  
 
Agregar Comentario:
Nombre:
Email: (opcional)
Comentario:
Cdigo de Seguridad:
Cdigo de Seguridad
 
3° Edad | Acción Social | Ambiente | Arte  | Asociaciones | Barriales | Breves  | Cultura | Delta  | Deportes | Derechos humanos  | Discapacitados 
ediciones anteriores  | Educación | Empresas | Encuestas | Entrevistas  | Festejos  | Historia  | Homenajes  | Industria  | La costa | La Semana | Mujeres | Municipales | Música | Notas Breves  | Obras Públicas | Pcia. de Bs. As.  | Política | Pymes | Salud | Seguridad | Sociedad | Solidarios | Transito | Verano  
Gral. San Martín | Nacional | Provincial | Región Metropolitana Norte | San Fernando | San Isidro | Tigre | Vicente López