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Martín Nunziata, vecino del Arroyo Carapachay de la Isla de Tigre, es uno de los mayores referentes del ambientalismo y fue uno de los oradores en el festival que acompañó la celebración de la Pachamama y la apertura de la Biblioteca del Museo Autónomo de Gestión Indígena. En diálogo con el Consejo de Comunicación de la comunidad, compartió algunas reflexiones sobre el significado de Punta Querandí.
Como en otras ocasiones, la concurrencia del domingo 26 de agosto representó a los distintos sectores sociales que son activos en el acompañamiento a la lucha de la Comunidad Indígena Punta Querandí.
El primero en tomar la palabra fue el reconocido ambientalista isleño Martín Nunziata, quien habló de la necesidad de considerar “los crímenes contra el agua” o “generar inundaciones al otro” como delitos de lesa humanidad, en referencia a las consecuencias que tuvo el avance de barrios privados sobre humedales en la región.
Unos días después, Nunziata compartió algunas reflexiones: “Punta Querandí es una verdadera punta de lanza enclavada entre el desarrollo urbano más destructivo que se ha dado particularmente en Tigre aunque se extienda por toda la zona norte hasta Exaltación de la Cruz. Es un pequeño territorio pero se transforma en una resistencia emblemática porque está entre medio de todos esos barrios (privados)”.
Martín resaltó que aquí se unen dos luchas: la recuperación de las culturas originarias -motivada en principio por la defensa de un sitio arqueológico ancestral- y la resistencia en defensa de los humedales. “La tarea de Punta Querandí ha sido realmente muy valerosa, yo diría heroica en un punto, porque la resistencia ha sido -si bien pacífica- muy activa”, manifestó.
En palabras del ambientalista, el lugar “pone sobre el tapete lo que pasó con la primera conquista con los españoles, que luego se repite con los pueblos originarios en la ‘Conquista del Desierto’ y que ahora en esta nueva vuelta de neoliberalismo, yo prefiero llamarle capitalismo salvaje, arrasan con la naturaleza y con quienes la habitan”.
Al respecto ejemplificó: “prácticamente están desplazando gente por expulsión pero también por inundaciones, porque estos barrios están hechos sobre valles de inundación, esto quiere decir lugares que son inundables por naturaleza”.
Los enormes beneficios de esos territorios a la humanidad tiene que ver con esa inundabilidad: “Los humedales purifican el agua, recargan acuíferos, fijan carbono, nos proveen de oxígeno, es además un paisaje bellísimo y es un lugar que no está valorado suficientemente y es precisamente lo que está haciendo Punta Querandí en su defensa”.
“Esta es una lucha territorial que viene a defender a la Madre Tierra”, describió Martín, quien ponderó la experiencia como “un ejemplo de recuperación de la sabiduría ancestral indígena que nos debe comprometer a todos, porque hemos vivido muchos años, muchos siglos, ajenos a esta realidad, hemos estado torpes, cuando no criminales”.
“Esto tiene que ver con nuestro futuro y con nuestro presente, esto tiene que ver con la pérdida de soberanía territorial. Punta Canal o Punta Querandí es un verdadero grano en este capitalismo salvaje representado en este desarrollo urbano cerrado, privado, exclusivo y excluyente”, insistió el referente.
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