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Los árboles fueron colocados en el transcurso de los últimos dos años en espacios públicos, plazas, centros comerciales a cielo abierto y avenidas, entre otros puntos.
Es bien sabido la función primordial que cumplen los árboles en la generación de oxígeno y en la purificación del aire.
En el transcurso de los últimos dos años, el Municipio de Tigre plantó más de 1.500 árboles a lo largo y a lo ancho de la ciudad, con la premisa de propagar un ambiente más sustentable. Fueron plantados en espacios públicos, plazas, centros comerciales a cielo abierto y avenidas, entre otros puntos.
Se trata de Lapachos Rosados, Jacarandas, Ibira Pitas y Chañares. Todos estos tienen importancia a la hora de preservar el ambiente ya que, además de producir oxígeno y purificar el aire, forman suelos fértiles y ayudan a mantener los ríos limpios.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los árboles proporcionan beneficios económicos, sociales y ambientales a una ciudad.
Atento a dichos estudios, el Municipio invierte continuamente en plantación y cuidado de los espacios verdes para contribuir a una mejor calidad de vida de los vecinos.
Además de los beneficios enumerados, los árboles grandes son excelentes filtros para contaminantes urbanos y partículas finas. Absorben gases contaminantes y filtran partículas como polvo o humo del aire, atrapándolos sobre las hojas y la corteza. A su vez, la ubicación correcta de los árboles alrededor de los edificios puede reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30% y así, contribuir al uso responsable de la energía eléctrica.
Tigre reafirma su compromiso en el cuidado del medioambiente. Por este motivo, la generación de espacios verdes en la ciudad seguirá siendo una prioridad para el Municipio.
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