|
El responsable y creador de casi todas las maravillas que se exhiben en el local de venta al público, es Claudio Bar, de amplia experiencia en el rubro, y reconocido por los mejores cheff, con los mejores premios.
Y, como siempre, lo encontramos en la fábrica, en un mundo de chocolates, frutos secos, aromas, ollas, y un ambiente especial, como secreto.
Este año, Claudio nos cuenta que además de sus creaciones, de su predilección por convertir a las gallinas, conejos y huevos, en dulces placeres para estas Pascuas, está muy entusiasmado y con ganas de concretar su libro… un proyecto que ya lleva un tiempo, y que todavía no se terminó. Pero, en todo este transcurrir, Claudio no dejó de investigar, para concretar su pasión por conocer y dar a conocer la relación del chocolate con las antiguas culturas de América y de otros lugares del planeta.
El libro, como un chiste, iba a llamarse “Primer Tratado Antropológico y Pretencioso de la verdadera historia del cacao y chocolate en las Indias”; una burla a los libros españoles que se escribían en aquellos tiempos. “Pero seguramente- dice el chocolatero- quedará como Primer Tratado…”. Este libro entusiasma mucho a Claudio; en su trabajo de investigación, cuenta, encontró mucha similitud entre muchos pueblos de América, y otros pueblos de Asia… China, Nepal, Japón… "Si vos mirás América, hay momias; si vos mirás América, hay pirámides… caras amarillas, achinadas… los europeos llegan y se encuentran con un mundo muy civilizado…" y sostiene, "hay una clara relación con Oriente, y hay poca relación con lo europeo. En el caso del chocolate, también hay cosas que remiten a Oriente. Es un tema muy complejo… mi investigación no se trata exclusivamente de relacionar a China con América, es solamente encontrar qué cosas son precolombinas, de acá… si tiene que ver con China, con Nepal, o con Platón, es algo que se va de mi investigación”.
Para él, algo que lo maravilla, es por ejemplo, “como en Veracruz, México, existe una orquídea, en un campo de 110 variedades, de las que solo una tiene fruto, que es la vainilla… era una planta hermafrodita, a las que una abeja del lugar y colibríes, ayudaban a la polinización… los europeos se la llevaron para poder aprovecharla pero no lograron nada… se la llevaron a Madagascar, la famosa vainilla de Madagascar, y no lograron por 150 ó 200 años encontrar lo que les dio América… hubo muchas pruebas, pero no lo lograron, hasta que un día, un esclavo, a mano, logra polinizarla… con esto es con lo que estoy trabajando”.
En este libro, Claudio cuenta con la inestimable compañía y ayuda especial de un copiloto chocolatero de lujo: Carlos Stutman. Y también, dentro del libro, agrega que contará algunos otros proyectos que viene ideando y trabajando, como por ejemplo Chocolate y Magia, asociado con Claudia Sachs; o un producto que viene mejorando junto a Ada Luz Morales, su socia en el proyecto Chocolate con Té.
El encanto por lo que fue y sigue investigando, está presente en toda la charla, aunque, confiesa, “no puedo dejar de venir a la fábrica, a hacer la pasta de maracuyá, la de coco y limón para los bombones… los voy reformulando… tenemos algunos productos nuevos, como una trufa de Chai, que hizo mi hija Catalina… y como siempre a full con la Pascua, conejos, huevos, gallinas, tabletas, y otras creaciones”.
Resumiendo, este mundo de magia y de amor por el chocolate puede encontrarse en el local de El Viejo Oso, en Debenedetti 647, en el Boulevard que llega a la Estación La Lucila. Quienes lo deseen, pueden averiguar los horarios de atención al público en este particular momento, o anticipar su pedido al 4711-5336.
Link Permanente: http://www.prensalibre.com.ar/index.php?id=17214
|
