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Witis: “San Isidro recobra hoy la memoria”
Es en Thames y Panamericana, del lado de Villa Adelina, donde durante la última dictadura funcionó una dependencia del Servicio de Inteligencia Naval (SIN). Una investigación de alumnos de la Escuela Media N° 6 para el programa Jóvenes y Memoria, para el cual entrevistaron a varios vecinos, se sumó a las pruebas de la existencia del centro que aportaron sobrevivientes. El gobierno municipal lo había vendido en 2009 a una firma privada que construyó un edificio de oficinas.
“En un aula y en una clase de la escuela pública” se inició todo esto, puso de relieve uno de los tantos oradores que la semana última (jueves) estuvo en la señalización del ex centro clandestino de detención Casa del SIN o del COARA (Comando de la Armada Argentina), situado en Thames, Colectora Oeste de Panamericana, Túpac Amaru y Rivera, Villa Adelina.
Según testimonios de sobrevivientes, entre ellos la periodista Lila Pastoriza, la politóloga Pilar Calveiro; o Alfredo Ayala y Fernando Kron, que estuvieron en la señalización, luego de ser torturadas en el lugar, las víctimas eran trasladas a la ESMA. A fines de la dictadura la edificación dentro del predio fue demolida y en democracia el lote pasó a jurisdicción municipal.
El gobierno municipal, a cargo de Gustavo Posse, lo vendió a privados -en 2009 por casi $ 15.000.000- que construyeron el actual edificio de oficinas que se levanta en el lugar, y en su momento puso en duda la existencia del centro, para justificar la operación comercial, muy cuestionada por parte de la comunidad, organismos de derechos humanos y ediles opositores.
Fueron alumnos de la Escuela Media N° 6 los que propusieron investigar la existencia del centro clandestino, para el programa Jóvenes y Memoria, de la Comisión Provincial por la Memoria, para lo cual, entre otras cosas, entrevistaron a vecinos que les relataron que en los años de plomo vieron más de una vez como ingresaban al predio personas encapuchadas.
En el acto, estuvieron también algunos de los alumnos que idearon el proyecto, entre ellos Fernando Portela, que leyó un texto, en nombre de sus compañeros, donde entre otras ideas sostuvo: “un ser sin memoria es un ser sin sentido porque le resulta imposible reconocer su ser”. Los acompañaban dos de las docentes que guiaron la tarea: Andrea Etchehon y Graciela García.
Como síntesis de la elaboración escolar, los alumnos habían propuesto construir un mural que recuerde la función represiva del predio. Raquel Witis de la CMVJZN recordó, durante el acto, que la Intendencia, curiosamente, había llegado hasta entregarles pintura a los alumnos para el proyecto de señalizar el lugar, al que luego se opuso rotundamente.
La señalización oficial se realizó a través de un cartel, sobre la calle Thames, acción aprobada en el Deliberativo local, merced a un proyecto de la concejala, Jacqueline Girasolli. Las secretarias de Derechos Humanos nacional y provincial organizaron el acto; estuvo Guido Carlotto, secretario de Derechos Humanos bonaerense.
También estuvieron, entre otros, el ex embajador, Juan Pablo Cafiero; el senador bonaerense, Sebastián Galmarini; el edil del FpV, Leandro Martín; su colega del Frente Renovador, Marcela Durrieu; Santiago Cafiero edil MC; el dirigente de SUTEBA, Julio Ceresa; el de Unión Ferroviaria, Ricardo Lovaglio; el titular de la CGT regional, José Luis Casares.
“San Isidro recobra hoy la memoria” dijo Witis, férrea impulsora de la señalización, al comenzar su discurso, luego repasó los avatares ante la Intendencia para lograrla, y leyó un texto del filósofo, Theodor Adorno, respeto a lo curativo, para el espíritu, el experimentar la angustia que causa recordar hechos aberrantes como los ocurridos en la lúgubre casa de Thames y Panamericana.
“La angustia no debe reprimirse; cuando el individuo se permite tener realmente tanta angustia como la realidad merece, entonces desaparecerá probablemente gran parte de su efecto destructor” citó Witis y concluyó: “A quienes militamos en derechos humanos nos interesa que estas marchas mantengan presente esa sensación, única garantía de no repetición”.
Gustavo Camps
Prof. Etchehon: “Si uno es tenaz e insiste, puede”
Andrea Etchehon es docente de derecho, instrucción cívica y ciudadanía, con 29 años de experiencia docente, siempre en la escuela pública. En la actualidad es directora del secundario N° 13, de San Fernando. En esta breve entrevista, el día de la señalización, resume cómo llegaron, con sus alumnos de las escuelas N° 6 y N° 9, de San Isidro, a que se señalice el ex centro clandestino de detención Casa SIN, de Thames y Panamericana.
-¿Cómo empiezan a investigar sobre la Casa SIN sus alumnos?
-En la secundaria N° 6 las profesoras recibimos la invitación de la Comisión Provincial por la Memoria para el Proyecto Jóvenes y Menoría, donde se trata de hacer una investigación histórica sobre un tema que tenga como eje democracia-autoritarismo. Era el año 2006, Les ofrecimos la propuesta a los chicos y eligieron investigar los centros clandestinos en San Isidro.
-¿Por qué centran la tarea en el ex centro de Thames y Panamericana?
-Empezamos a investigar y recordé que antes otro alumno me había dicho: ´profe, en Thames y Panamericana, yo vivo por ahí, hay comentarios de que en la época de la dictadura pasaban cosas, era una zona militarizada, estaba siempre vallada´. Se lo comenté a los chicos y se interesaron especialmente en ese, pues ni siquiera estaba en el Nunca Más (libro oficial sobre la represión ilegal).
-¿Cómo fue el proceso de trabajo escolar?
-Vinimos al barrio y hablamos con vecinos. Investigamos documentos. Descubrimos que María Seoane, en el libro, El Dictador, decía que Pilar Calveiro (una sobreviviente) había estado acá detenida. Nos contactamos con la CMVJZN, con Pilar Calveiro. Los chicos deciden hacer un mural, y como había leyes que indicaban que había que señalizar estos lugares, empezamos a pedir a la intendencia la señalización. Primero nos dijeron ´bueno, háganlo en esa pared” que había por ahí y era muy chiquita y les pedimos que hagan una más grande. Entonces iniciamos una serie de expedientes en la municipalidad, que finalmente siempre fracasaban y el argumento era que ´el intendente (Gustavo Posse) dice que acá no había un lugar´. Hicimos peticiones en una serie de organismos. Después en otra escuela, la N° 9, en un programa que llevaba a los chicos al Concejo Deliberante para que presenten y traten proyectos, un simulacro de sesión. Ellos juntaron 800 o 1.000 firmas (de vecinos), y presentaron el proyecto de señalizar el ex centro, que como era un simulacro escolar, quedó como una propuesta. Después yo me conecté con la concejala Girasolli que presentó el proyecto formalmente.
-¿Qué enseñanza dejó esta experiencia que hizo con los chicos?
-Siempre con los chicos y el empuje de las docentes. Íbamos donde nos pedían, fuera del horario escolar inclusive. Parecía muy difícil pero bueno, finalmente con el apoyo de los organismos de derechos humanos, el Concejo Deliberante y el empuje, bueno. se logró. Es para que los chicos vean que se puede hacer algo; si uno es tenaz e insiste, bueno, no lo vencen.
GC
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