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El ex 10 de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, fue declarado ciudadano ilustre de Tigre, a las puertas del Museo de Arte municipal (MAT). Hubo muchos chicos y chicas que llevaron la azul grana, vivaron al crack, vecino de Don Torcuato, le pedían selfies, o al menos tocarlo o saludarlo con un beso. El candidato presidencial, Sergio Massa, y el intendente local, Julio Zamora, charlaron con él en un escenario con vista al Río Luján. Le regalaron la camiseta de Tigre y él les obsequió la de Boca.
Juan Román Riquelme nació en San Fernando pero vivió y vive en Don Torcuato. Hace poco fue declarado ciudadano ilustre de la provincia y ahora lo fue de Tigre. Si sus virtudes futbolísticas podrían ser puestas en tela de juicio, no así los sentimientos positivos, el amor, que despierta en los hinchas y en la gente en general.
Esto último quedó demostrado cuando el crack recibió el homenaje a las puertas del MAT de Tigre, encabezado por el intendente local, Julio Zamora, y el candidato presidencial, Sergio Massa, que hablaron con él, sobre un escenario con vista al río, en una suerte de entrevista a tres voces que condujo un comunicador deportivo.
Riquelme era vivado (Román, en rigor), y el público gritaba su nombre y lo aplaudía constantemente. El no dejó de demostrar su alegría y orgullo por el reconocimiento; hizo algunos comentarios personales y otros, deportivos, que sin duda en estos días rebotarán en el ámbito periodístico deportivo.
“Con el deporte se puede lograr todo” dijo el respetado jugador –que además de Boca pasó con éxito por la liga española- y en un mensaje de infinito valor para los niños y jóvenes que lo siguen, y que sin duda resalta su sólida visión de la vida, se lamentó de no haber podido estudiar –“quisiera haber estudiado” dijo-, más allá de su éxito deportivo.
“Yo soy hincha de Boca, pero cuando juega Tigre quiero que Tigre gane y el otro día nos dio una mano bárbara con San Lorenzo” afirmó el crack y quedó claro que se retiró de los partidos pero sigue amando el fútbol desde la tribuna, y lo sigue practicando con amistades y en su barrio.
Así contó que en la actualidad –hace 10 meses que dejó las canchas profesionales- “juego algún partido con mis amigos de toda la vida, y tomo mate todo el día. Tengo mis mejores amigos en el barrio; era fácil encerrarme en un country”. Pero el crack demostró tener una sólida personalidad, además de talento con los pies.
“Mi mamá, mi papa, me enseñaron a vivir de una sola manera: con la verdad” señaló asimismo, y luego pasó al ámbito deportivo. “Me voy a preparar –reveló- y si siento que lo puedo hacer bien, claramente lo voy a intentar” señaló cuando el conductor le preguntó si le interesaba presidir el club de sus amores. Por supuesto que no precisó fechas.
Riquelme también afirmó, y lo hizo rotundamente, que no apoya a ninguna de las listas que este año competirán por la presidencia de Boca. Luego –tras varios pedidos de entidades para que vaya a hacer demostraciones o dictar talleres deportivos- afirmó que si lo invitan nunca se va a negar.
El candidato Massa, que se mostró tan emocionado como el resto de tener enfrente a Riquelme, ponderó los valores del crack y afirmo: “cuando uno no se olvida de dónde viene puede mirar para adelante tranquilo y Román es un ejemplo, por eso hoy su lugar, su ciudad, le da la máxima distinción”.
Zamora, luego, recordó que el deportista es padrino de los polideportivos municipales y destacó otro de los valores del crack: “Román dice lo que piensa, y eso no lo vemos en muchas personas”. Luego de la charla los políticos y el deportista se intercambiaron camisetas de fútbol; Román recibió la de Tigre y entregó la de Boca.
Entonces el público les pidió a Massa que se ponga la camiseta de Boca y a Riquelme la de Tigre; este accedió pero Massa que estaba de traje, prefirió calzarla sobre los hombros nomás. Tras la charla una vez más el público le demostró su afecto al crack, se acercó a saludarlo, a tomarle fotos o a recibir el saludos cuando gritaban: ¡Roman! Acá ¡Román!!
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