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Jueves 28 de Marzo de 2024   











75 años de historia se celebran en La Lucila
13/11/2008 Vicente López

La Lucila, una estación con nombre de mujer, nacida como homenaje de un nieto de Juan José de Urquiza, el Coronel Alfredo F. de Urquiza, a su mujer Lucila Anchorena, se convirtió en uno de los barrios más distinguidos de zona norte.

Con origen en las majestuosas mansiones que daban a la ribera, La Lucila pasó a ser refugio de intelectuales y artistas primero, para convertirse luego en un populoso barrio que poco a poco, está tratando de tener su propia vida.

Todavía son muchas las necesidades del barrio en cuanto a espacios verdes cada vez más escasos, más transporte que lo comunique con diferentes zonas de Vte. López y San Isidro. Pero también fueron muchos los logros alcanzados en cuanto a seguridad, iluminación, asfalto, desagües, etc.

Los comienzos

Joven como barrio, “La Lucila” ocupa un territorio cuyo poblamiento se remonta –como el de todo Vicente López- al 24 de octubre de 1580.

En su territorio se encuentra lo que se conoció como “el Paraje de los Olivos”, debido a un monte de Olivos que, según Diego Vea Murguia estaba en las inmediaciones de las actuales calles Domingo de Acassuso y Andrés Ferreyra. También entre Díaz Vélez y Paraná hacia el río, la barranca formaba una saliente hacia el noreste que se conocía como “Punta de los Olivos”, y a su pie se hallaba el “Puerto de la Punta de los Olivos” a donde pensó dirigirse Liniers con sus tropas cuando venía de Montevideo a reconquistar la ciudad de Buenos Aires, pero luego, por una tormenta se desvió al puerto de “Las Conchas”.

Finalmente, en lo que hoy es La Lucila, el 23 de febrero de 1807 se dispone la formación de una Batería –entre otras- en “la Punta de los Olivos”, la cual, al parecer, había existido anteriormente, pero se hallaba desactivada. Un documento de la época dice “en la barranca” y “en la Punta de los Olivos” es decir: sobre la barranca, donde hoy es La Lucila. Esto descalifica el emplazamiento del monolito de avenida del Libertador y Luis Vernet que está en lo que era “el bañado” y además muy lejos de “la punta de los Olivos”.

Aquellos dueños

Pero veamos quiénes fueron los primeros pobladores de nuestro barrio. Estas tierras eran la “cabecera” de las “suertes” 43 a 46 del reparto que hiciera Juan de Garay el 24 de octubre de 1580 (en buen criollo: con las tierras que “el adelantado” le sacara a los indios).

La 43 era de Juan de Caravajal y estaba limitada por las calles “entre suertes” Mariano Pelliza (en Olivos) y domingo de Acassuso. En La Lucila hay parte de esta suerte ya que se extiende desde Roma a Acassuso. La parte entre Roma y Pelliza pertenece a Olivos.

La 44 de Francisco Pantaleón, entre Domingo de Acassuso y Capitán Justo Bermúdez.

La 45 de Pedro Medina, entre Capitán Justo Bermúdez y Díaz Vélez.

Finalmente, la 46 de Juan Martín entre Díaz Vélez/Darwin y Paraná.

El barrio que nos ocupa termina al sudoeste en la avenida Maipú, pero las “suertes” que lo integran se extendían hasta el ahora inexistente Fondo de la Legua, continuación de Constituyentes por Carlos Calvo hasta Sívori y de allí por una línea que llega a Bartolomé Mitre y Paraná.

Juan de Carvajal era criollo asunceño y era hijo de Hernando de Carvajal que vino con Alvar Núñez Cabeza de Vaca a la edad de quince años.

De Francisco Pantaleón no se conocen mayores datos.

Pedro Medina se supone que era criollo; hijo de Cristóbal Medina que vino con Pedro de Mendoza. Fue fundador con Garay de Santa Fe. En su solar estuvo la quinta La Lucila de Juan de Anchorena.

Juan Martín era criollo asunceño e hijo de su homónimo. En 1576 inscribió su marca de ganado en el Cabildo de Santa Fe.

La suerte de Juan de Carvajal, en La Lucila figura en el siglo XIX –luego de distintos dueños no identificados- a nombre de Machado...

Entre Bermúdez y Anchorena, estaba la quinta de Mercedes Castellano de Anchorena, esposa de Nicolás Hugo Anchorena. Había sido designada “condesa pontificia” y “dama de la Rosa de Oro”. Erigió la Iglesia del Santísimo Sacramento en la calle San Martín de la ciudad de Buenos Aires.

Sobre las vías del discontinuado ramal “R” del ferrocarril Mitre, aún subsiste una de las portadas de esa quinta.

Lucila Anchorena de Urquiza

Entre Debenedetti y Díaz Vélez/Darwin estaba la quinta “La Lucila” de Lucila Anchorena, la que se casó en 1889 con el que sería el Coronel Alfredo de Urquiza.

Hasta la década del 30’ había que ir a Olivos o a Martínez para poder tomar el tren y tampoco por entonces había pasos a nivel que permitieran trasponer las vías del entonces Ferrocarril “C”. También podían ir a la estación Anchorena de la línea “R” del entonces circulante Ferrocarril Central Argentino. Es en 1932 que Urquiza dona al Ferrocarril una fracción de tierra junto a las vías de la línea “C” para que se construya allí una estación, condicionando la donación a que se llamara “La Lucila”. La estación se inaugura, con ese nombre, el 10 de noviembre de 1933...

El siglo XX

A partir de la década del 20’ comienzan los loteos en La Lucila. El primero que se conoce es el de la quinta del Pellerano, efectuado por Furst Zapiola.

Mientras, entre 1931 y 1933 aparecen medios de transporte automotor de los llamados “colectivos”.En 1931 por avenida Maipú inaugura sus servicios la actual línea N° 60. En 1933, por José C. Paz y con cabecera en La Lucila la N° 14 de automóviles “colectivos”, hoy el N° 29, y el N° 2 que llegaba a San Isidro y Tigre, hoy la N° 68.

El 11 de marzo de 1934 se funda la “Sociedad de Fomento La Lucila”, en Anchorena 834, siendo su primer presidente Guillermo Míguez.

Entre la década del 20’ y 1949, se lotea casi todo. Desaparecen las majestuosas quintas y aparecen los chalets, muchos de ellos muy lujosos.

“La Lucila” pasa a ser uno de los lugares residenciales preferidos de la zona norte. Pero se convierte en “barrio dormitorio”, sin vida propia vecinal, ya que sus moradores desempeñan sus tareas en Buenos Aires y van a dormir a “La Lucila”.

Mientras tanto la Sociedad de Fomento “La Lucila” tiene una intensa actividad ante el municipio. Logran que se mejore la Policía, piden mejoras en la escuela local, fundada el 11 de marzo de 1927 y que el 8 de julio de 1938 se le adjudica el nombre de “Marcelino Ugarte” y lleva el N° 16. Aunque fue famosa también por su fiestas y bailes de carnaval.

En la actualidad, la Sociedad de Fomento funciona en Tucumán 3339.

El puente de hierro

En 1950 el ingeniero Teitelman, constructor de la galería de la estación, solicitó la instalación de un puente entre ambos andenes de la estación “La Lucila”. Comenzaron a moverse los papeles dentro de la máquina de la burocracia, pero al fin se logró, inaugurándose ¡el 15 de diciembre de 1988! ¿Qué son 38 años para la burrocracia?

En diciembre de 1880 es declarado “barrio” de la ciudad. En realidad la ordenanza dice erróneamente “localidad”, pero las ciudades no tienen “localidades” sino “barrios”. Es uno de los más jóvenes de la ciudad, y hasta entonces formaba parte del barrio de Olivos. Hoy sus límites son: el Río de la Plata, la calle Roma, el lado Este de la Av. Maipú y Paraná, tiene más de 15.000 habitantes y más de 200 locales comerciales, principalmente en el centro comercial de la estación y las avenidas Maipú y del Libertador.

Bibliografía: Luqui Lagleyze, Vea Murguía, Academia de Estudios Históricos de Vte. López, Torre de Ader.


Link Permanente:  http://www.prensalibre.com.ar/index.php?id=996
 
Comentario de mariana, 05 noviembre, 2009
necesito contactar a alguien de la constructora teitelman, existe algun contacto en la revista? gracias

Comentario de mariana, 05 noviembre, 2009
necesito contactar a la cosntructora de teitelman, la del puente, existen datos?

Comentario de Liliana Di Paolo, 19 octubre, 2011
Hola quisiera saber si ustedes tienen o si saben donde puedo conseguir una foto de la demolición del Palacio "La Lucila"

Comentario de Liloiana Di Paolo, 25 febrero, 2012
Sebastián te cuento que hay una persona que tiene una gran cantidad de fotos de la demolición pero es extremadamente tacaño tanto él como la esposa, en el dueño del periódico "La Ribera", lo vi en una jornada de historia y le dije si me facilitaba una porque yo hice un trabajo sobre el Palacio y se rió y ni me contestó.
 
  
 
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