Mario Duarte, presidente de la Casa de la Amistad y de Solidaridad con Cuba, abrió el acto señalando que la lucha continúa, desde los ’60, “donde ya la solidaridad con Cuba, con los pueblos hermanos, estaba presente”, y recordó que “en el 92 se reunieron unos compañeros para empezar la lucha, que en definitiva era una continuidad, porque la solidaridad es una cuestión de principios y muy difícil de sobrellevar, porque no es solamente quedar bien con el otro; la solidaridad es algo que se tiene que llevar como bandera para la unidad de los pueblos, ese es el principal objetivo de la solidaridad”. Luego aclaró que en 1992 se formó la Comisión de Solidaridad con Cuba, y en diciembre del 95 se formó la Casa.
“La solidaridad es una bandera para los pueblos que luchan por la liberación”, añadió, con la idea de mandar alimentos a Cuba, “que quedó aislada y principalmente de los propios pueblos hermanos de América Latina. Con esa premisa de poder ayudar al único bastión que quedaba en América Latina y en el mundo, el socialismo, teníamos que defender esas estrellas que estaban en el camino, que nos han iluminado toda la vida; lo teníamos que defender y por suerte lo hemos logrado en todos estos años de lucha y solidaridad… La Casa de la Amistad es un sello importante, que nos marca, porque donde decimos ‘la casa de la amistad’ ya sabemos de que se trata…”
Recordó luego que la Casa de la Amistad y de Solidaridad con Cuba es una marca imborrable, y enumeró muchas de las actividades, como en el 97 en el 30 aniversario del asesinato del Che Guevara, las cátedras del Che en la Universidad de San Isidro… Luego mencionó otras actividades, como la creación de la Unión de Residentes Cubanos en Argentina (URCA) en 2007 o el encuentro en la provincia de Bs. As. (“donde nos conocimos con la compañera Paula Ferrer (la trovadora que brindó su arte luego de la reunión), un estandarte también de la casa, porque los poetas y los escritores son solidarios, porque cuando hacen una canción, la hacen para todos”).
Le siguió en la palabra Leiner Espinosa Nodarse, secretario de prensa de la embajada de Cuba en Buenos Aires, quien dijo: “Cuando escucho hablar de todas las cosas que han hecho ustedes en 25 años, es más de lo que yo haya hecho por la revolución… Ustedes han entregado buena parte de la vida; cuando se fundó la casa y empezaron a trabajar yo tenía 8 años y mi país estaba viviendo una situación muy compleja, que probablemente ustedes lo tienen en claro mejor que yo, y escucho las cosas que ustedes hicieron, y como ayudaron… seguramente yo soy el resultado de esa ayuda… probablemente me haya alimentado de lo que ustedes enviaron, igual que lo que usaba para la escuela, y crecí y me formé gracias al apoyo que ustedes le dieron a la revolución.”
“En esta noche que se conmemoran los 25 años de la casa quiero trasladarles mi confianza porque estamos seguros de que vamos a seguir contando con la ayuda y el acompañamiento de ustedes, ahora más que nunca; ya que estamos en un escenario muy difícil, no solo a lo interno sino también a lo externo; lamentablemente tenemos que movernos en aguas que no nos son todo lo cálidas que quisiéramos y contra la marea, pero siempre que uno rema acompañado rema mejor, y para el proceso de transformación que nosotros hemos iniciado nos espera un escenario muy difícil… y para colmo tenemos un mal vecino muy cerca, por eso necesitamos de la ayuda de ustedes…”
“Quisiera agradecerles, no en nombre mío, yo no he hecho nada por la revolución… Fidel entró a la Habana con 33 años, yo tengo casi 34… mucha gente alrededor de Fidel ha hecho mucho más que yo, y ustedes, en 25 años han hecho más que yo siendo cubano. Muchas gracias de verdad, no es la revolución mía, no es la revolución de Cuba, es la revolución de todos ustedes y me siento aún mas orgulloso de la Casa que apoya a Cuba de la Casa que apoya a la Patria Grande… esta es la Casa en la que ustedes hoy están celebrando y es la Casa de la que yo me siento parte.”
