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El amor al delta de Francisco Vázquez
Está en las librerías el tercer tomo de la trilogía isleña, El difícil paraíso, de Francisco Vázquez, bajo el título: Los fantasmas de la memoria. El final de la saga relata las vicisitudes de un nadador, y un trío de jóvenes en bote, que desafían al Paraná; vuelve sobre personajes de los primeros tomos y agrega nuevos relatos en un escenario ambientado entre 1940 y 1960 (la primera se inicia en 1891) siempre en el delta de San Fernando, Tigre y el río Paraná.
La obra de Francisco Vázquez sobre el delta es de gran porte. Tres tomos unidos bajo un título que solo un conocedor profundo es capaz de proponer: El difícil paraíso. Las historias, ambientaciones y personajes, demuestran una férrea investigación, unida a un sincero amor y curiosidad por un territorio que lo acompañó en la niñez y lo acompaña.
El primer libro de la saga, el más extenso, lleva por título, El amo del fuego (501 Pág.), y transcurre entre 1891 y 1894; el segundo, Los fugaces pájaros del amanecer (con 34 historias concisas, en 148 pag.), transcurre entre 1919 y 1924, es el más corto de la trilogía pero siempre mantiene la diversidad de personajes y el paisaje.
La tercera y última parte de la saga, Los fantasmas de la memoria (462 pag.), está en las librerías de la región desde junio último. Una década le llevó al escritor y compositor musical sanfernandino la obra completa, que es de ficción pero tan verosímil, cuidada en el detalle y documentada, que naturalmente complementa la realidad delteña.
Es toda una declaración que entre los agradecimientos, presentes en toda obra, ocupen un lugar especial los dirigidos a Luis Levickas, un maestro de escuela que pasó en las islas alegrías y profundas tristezas, y no por casualidad dirige una radio que se llama: La Barca; y al profesor Ramón Melero García, con quien el autor recorrió el delta.
En la obra que completa el ciclo de la saga, el río Paraná tiene un lugar protagónico principal a partir de los relatos sobre quienes tratan de desafiarlo en su extensión; pero siguen apareciendo, como en los primeros dos tomos, los personajes característicos del delta y reaparecen otros que tuvieron desde antes su lugar en la trama.
Entre los nuevos personajes no pasa inadvertido el “tío Ulogio Cameroni”, que el autor también homenajea entre los agradecimientos, y durante la obra (pag. 324) “dicta cátedra” sobre la pesca del pejerrey: “-¿Con qué carnada pescaban el pejerrey?- preguntó el sobrino Pipo. –‘Mocarras’* vivas… -y también ‘mocarras’ saladas…”.
El padre de Vázquez, médico, ejerció muy cerca del Canal, en su propia casa tenía el consultorio y sus pacientes naturales eran los isleños. Vázquez también le rinde homenaje a esa profesión que por entonces obligatoriamente era abnegada, no conocía descanso y era retribuida de mil formas posibles por los isleños, y a veces con dinero.
Ediciones Grafito se ocupó una vez más en la edición. En la zona se puede conseguir, como los anteriores en Librería Sudeste Libros, situada en Cazón al 1.000, en Tigre; o en El Códice, en 3 de Febrero al 1.100 en San Fernando. Lo que si es recomendable, para degustar al máximo personajes, escenarios y relatos: no saltearse las ediciones.
Gustavo Camps
* Mocarras: mojarras
Link Permanente: http://www.prensalibre.com.ar/index.php?id=9049
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